EL ASTON MARTIN BULLDOG SE PREPARA PARA ALCANZAR LOS 321 KM/H DESPUÉS DE 40 AÑOS

El Aston Martin Bulldog se trató de un proyecto fallido de la firma británica que después de 40 años vuelve a cobrar vida de la mano de Classic Motor Cars (CMC), una empresa especializada en restauración de automóviles que se ha puesto manos a la obra para resucitar a la única unidad que se produjo de este superdeportivo.
La historia del modelo es curiosa. El prototipo, diseñado por William Towns, era un one-off que en las pruebas consiguió alcanzar las 191 mph (307 km/h) pero, cuando estaba en preparativos y mejoras para llegar a las 200 mph, se produjo un fallo radical en el cumplimiento de dicho objetivo, pues cuando Victor Gauntlett accedió a la presidencia de Aston Martin, desechó el proyecto para centrarse en modelos más rentables, como los Gran Turismo y las berlinas.
En 1979, el Aston Martin Bulldog se presentó como un innovador deportivo de altas prestaciones. Un vehículo a caballo entre superdeportivo y GT con motor central gestado cuando la compañía británica estaba en manos de los americanos Peter Sprague y Geeorge Minden, que nació con dos propósitos: batir el récord de velocidad y desmostar al mundo que Aston Martin también podía fabricar un supercar, que superaría modelos como el Lamborghini Countach o el Ferrari 512 BB.
El motor del Bulldog se situaba en posición trasera-central, confiando en una mecánica de 5.3 litros V8 turboalimentada que podía producir una potencia máxima situada entre 600 y 700 CV. Unas cifras atónitas para la época.
De esta manera, el Bulldog, del que iban a producirse inicialmente 25 unidades, se quedó en una sola y, a fin de obtener la mayor liquidez posible en aquellos años convulsos, Aston Martin lo vendió al mejor postor, un adinerado cliente de los Emiratos Árabes Unidos.
Esa misma unidad, 40 años después, es la que se encuentra actualmente en los talleres CMC. La empresa británica que ya ha comenzado las tareas de restauración: lo primero que han hecho es analizar al detalle todo su sistema eléctrico, además de desmontarlo por completo, fotografiando y catalogando cada una de sus piezas. Ha calculado también que este nuevo e ilusionante proyecto estará listo para finales de este año.
En efecto, el hijo de Gauntlett, Richard, es quien está supervisando el proceso: “El coche está en camino de ser restaurado y CMC lo tendrá funcionando a finales de año. Luego intentaremos el récord que nunca tuvo lugar. Una parte fundamental de esto fue encontrar el conductor adecuado para el trabajo y alguien que pudiera involucrarse en la supervisión de los elementos finales del proyecto, en términos de configuración y prueba».
A lo que Darren Turner, piloto de la compañía que ha corrido los últimos 15 años en LeMans, se encargará de poner a prueba el vehículo después de su restauración.
Redacción: Jineth Alejandra Sanjuán Rincón